Sunday, November 2, 2014

Maria Rosa Maldonado





señora de las flores


¿Qué dice la carta de seda blanca?
Arriba está escrito: “Trata de comer”
Abajo dice: “Siempre te amaré”
Ts·ai Yung



I
in illo tempore
el mundo era hermoso como un caballo suelto entre el cielo y la tierra
una sustancia sola
extendida sobre el arco  voltaico de su cuello
ámbar negro
lignito
pura electricidad galopando  en la luz yugular de los veranos

aquel polvo que mojaba la lluvia
aquella algarabía del viento entrando por todas las ventanas
no traían ninguna noticia  de la muerte

qué bien hechas las cosas señor
qué don tremendo de abundancia
qué bello el animal secreto
su caliente respiración
el humo azul saliendo y entrando de las bocas en un roce magnético más poderoso  que el vacío

pero la muerte también ha dado flores y vinos y duras joyas de basalto y
árboles altísimos que tocan la lepra de la luna
y suaves fangos donde se hunden sedas y camafeos

quién llora
golpea su frente contra el muro
cubre con negros paños los espejos
se ahoga   en el pozo de su propia linfa?


oh pequeña jauría de la pena
lobos dormidos sobre mi regazo

II
en la cerrazón de las cuatro
marte brilla violento
pero todo lo ignora de la guerra

quién te cubre con el atributo de la muerte?

no te queda
ni la gracia del animal dormido
ni el lujo de la respiración
ni el alimento consagrado

en silencio
las cosas te abandonan
por el útero
por una baja melopea de fuego

III
andábamos perdidas
y por la gracia de dios
nos olvidamos
a dónde había que ir
y en esta boca de luz nos detuvimos
lo que se abre aquí
no es la visión del precipicio

una  casa de aire
una suave pendiente sin cuidado
donde nos deshacemos
por el ocioso despertar tocadas

señora de las flores
que anduvo por la tierra
con una osa polar en cada ojo
yo que espié tu claridad
cuando aún estabas pero ya no estabas
te digo
todas las muchachas todas
las amarilis y las azucenas
todas en su abundante fulgor se te parecen
pero ninguna como la retama
pensamiento solar
señora de las flores

por la gracia de dios
nada transcurre ya
que dañe el corazón o confunda el sentido

IV
gallos y perros levantan seco polvo
en la sólida madrugada del verano

por las habitaciones de la sombra
hundida en el protoplasma de los sueños
ella
respira blanca grasa
óleo litúrgico
almizcles minerales

el calor la digiere lentamente
fermenta el blando mosto de su cuerpo caído

la lleva a la deriva
por paisajes donde las almas de las cosas
se parecen a tenues flores púrpuras
ciudades ocultas en el fuego
lagunas infinitas

nunca despertará
ni luz ha de llegar a la casa cerrada

quiere una oscura voluntad
que el movimiento de la tierra cambie
y ella regrese al apretado capullo de la noche


quiere que nadie equivoque el camino
parta solo
descubra la belleza fatal de lo imposible

que el verano la lleve para siempre
donde voces no humanas
levantan seco polvo
en la mentida noche del poema

V
olas de claridad saltaban y se hundían
en tus ojos

pero tú eres más blanca
pozo del mundo donde cantan las ranas de la muerte
agua boreal
animal apresado en el corral de las estrellas

aquí abajo nos queda
una paciente maquinaria poderosa e inútil
una mesa
donde las frutas se pudren
en la indolencia del hambre y del otoño

pero tú vuelves
sales de tu escondrijo sumergido    de tu celda sin luz
donde cabe
la pavorosa elegancia de un lento deshacerse
suspendido por la resurrección de toda carne

- si todo no fue un sueño -

y así te vemos
en tu fragante juventud
nórdica y brillante
cuando todo el esplendor te rodeaba
suspendido de ti
loco y medicinal como el aroma de los tilos

VI
escuchabas la música del sol
vibrando
encima de los campos
abiertos a la indolencia del verano?

aturdida y veloz pasaste por el mundo
como quien sale de una fiesta
y avanza
por el centro de una calle
perdida    en la claridad de las primeras horas
de una interminable madrugada

la vida no ha sido más que un estuario de cielo
atrapado en el fondo resplandeciente de tus ojos
suspendida
en el borde de su propia apariencia

recuerdo los grandes  golpes de agua contra el patio

esa fuerza inconsciente de walkiria

VII
ardiente levadura de la nada   señora de las flores
ahora
la casa está cubierta de paños
tapada   por el grueso lenguaje de la muerte    - como otra -
y se cierra
a la ventura de las azaleas   al esmerado estallar de las violetas

 y a todo lo que brotaba  por tu mano tocado

y era un fragante tembladeral
suelto en el aire azuloso  de este mundo

pero aún   todavía - como una luz por debajo de la puerta -
regresas cada noche a  comer de mis manos

vienes y comes     y comes en la noche     con la boca de un dios
y la paciencia de los animales

imago
oh imago que tocas los confines del reino

(del libro el zumbido de dios, editorial tsé-tsé, colección bikebik, año 2002)




atzavara



atzavara   vara de atzavara 
madre de floración reciente  que entra por todas las ventanas

con sus muchas cabezas

lo que aparece no viene de esa tierra
      donde nunca
                                    hubo planta ni mujer

del  tálamo nacen – cerebrales –  se enlazan con las regiones
más hondas    de la glía   
                                            sueño
                                                        hambre   
                                                                        sed  

Íntimamente unida        la  piamadre
blandamente me abraza

sus flores  apoyan la mejilla en el cielo  gris   azulado de las hojas
allí mismo    estolones  del  sostén

de la reparación

pues  lo que cuerpo nace  
                                            lleva la oscuridad entrelazada
del carbono   
              vitriolo de la respiración

- el precipicio que se muestra -
                                             
es ella y ella
    hablamos  

ahora   puedo decirle:
cómo voy a vivir   cerebral   en la asfixia
de tantos años bajo tierra?

me responde:

en este aquí nada es de nadie

yo soy  el padre     soy 
                                     la  casa aquella    devastada       y  la   otra
y  ando suelta en el mundo


(del libro atzavara, kriller71ediciones, 2012)






instrucciones para cerrar la puerta de la matriz



(inspirado en el bardo thodol – libro tibetano de los muertos)
estás agonizando
eres  ahora  la anunciada cosecha     el fermentado cultivo del verano
agonizas
ojos girados hacia  puntos de intensidad creciente:
la resolana que verás
con la boca cerca de tu oreja   sin llegar a rozarla    te susurran
la respiración aun te asiste
pero la fuerza vital ya atraviesa los centros sensibles de tu ombligo
desciende    por la corriente de tu nervio izquierdo
disuelve el espectáculo del mundo
y se pierde en el aire
esto va a durar
el tiempo necesario para preparar una comida
cuando la respiración cese  entrarás en el estado intermedio
donde todas las cosas son como un cielo   extendido  y sin nubes
y  el conocimiento  una vacuidad
transparente   sin centro ni circunferencia
este es el momento en el que la tierra naufraga en el agua
el agua en el fuego
el fuego en el aire
olvida los deliciosos jugos    la costa amniótica del deseo  
no quieras regresar
mira esas lentas y bellas migraciones  -cura y reposo prometido-
hombres y mujeres    plantas   piedras   animales radiantes        
todos  avanzando  hacia la mansión  inalterable de eso


(inédito, año 2014)





© Maria Rosa Maldonado




///

1 comment: